Diciembre. Inicia la temporada con grandes desafíos en clima y logística externa e interna, sin embargo, la alta resiliencia que han desarrollado los productores y exportadores ha permitido sortear bien los obstáculos que se han presentado a la fecha.
Ya con la nueva temporada 2022/23 a toda marcha, la esperanza de los productores y de la industria volvía a renacer en su inicio y habiendo dejado atrás una de las temporadas más complejas para la agricultura, pese al alto precio del dólar que se observa desde julio de este año. Si bien, el ejercicio anterior estuvo cargado de problemas logísticos en destino y de alzas en los fletes, esta temporada comenzaba a un ritmo constante y sin mayores obstáculos. La partida de los arándanos fue lenta, debido a la primavera fría, sin embargo, con los días de mayores temperaturas registrados durante el mes de noviembre, las cosechas se aceleraron, así también ocurrió con el inicio de la exportación de cerezas. Los despachos de esta fruta se observan con adelanto, orientados a abastecer de la mayor cantidad a China antes del Año Nuevo Chino, que esta temporada se celebra la víspera del 22 de enero. Ello muestra que los productores de Chile han alcanzado una elevada sofisticación en el uso de la tecnología aplicada a sus procesos, lo que ha permitido adelantar una buena parte de la cosecha, así también se pudo sortear de buena forma la lluvia y el granizo, sin pérdidas extensivas. No obstante, nadie esperaba que el inicio iba a estar marcado por el paro de camioneros en nuestro país.
Todo comenzó el día 21 de noviembre cuando se convocó a una suspensión de las actividades de transporte de carga, bajo el reclamo de mayor seguridad y rebajas en los precios de los combustibles. Como resultado se vieron bloqueadas las rutas y entradas a los mayores puertos del país, afectando principalmente al sector agroexportador, supermercado y mineras. Para nuestra industria este paro podría haber sido nefasto en pérdidas de fruta, no obstante, las autoridades y representantes de gremios llegaron a un acuerdo justo cuando se tendrían que haber detenido cosechas porque los frigoríficos estaban llenos. Las consecuencias fueron mínimas, el primer barco rápido a EEUU con arándanos no se pudo cargar y 3 barcos rápidos a China se fueron con menos carga de la programada, además de un incremento en la semana 47 (semana del paro) de mayores envíos aéreos de fruta que originalmente se iría en barco. Ello, provocó una alteración en la programación de la carga que no tendrá grandes consecuencias porque la temporada estaba recién al inicio de mayor volumen.
Si bien se pudo resolver bien el problema del paro, la logística internacional aún no se han resulto totalmente y las amenazas de la política “cero-Covid” en China continúan en pie. La buena noticia de los últimos días es que las protestas en las grandes ciudades tuvieron efecto y se están relajando las medidas, lo cual es positivo para la fluidez de las cerezas en este importante mercado.
En suma, la mejor articulación del sector con las mesas de logística de Asoex, Fedefruta y gobierno, hacen prever una reacción más rápida de parte de las autoridades frente a nudos logísticos que se pudieran presentar. El sector ha sido resiliente ante los desafíos propios de pertenecer a una industria de alto riesgo y hoy la organización permitirá continuar las exportaciones con mayor monitoreo y mayores esfuerzos de diversificación de mercados para reducir los riesgos frente a restricciones y problemas en los puertos y países de destino.