Durante los primeros días de la semana de enero, los precios del maíz en Chicago completaron la quinta jornada negativa consecutiva.

Los inversionistas están preocupados por el impacto de un posible proceso recesivo de la economía, que afectaría la menor demanda de etanol. Según el USDA la industria del etanol demanda el 37,9% de la cosecha estadounidense, estimada en 353,84 millones de toneladas.

También preocupa el déficit hídrico de buena parte de las zonas agrícolas de Argentina y en Río Grande do Sul, en el sur de Brasil, Estado relevante para la primera cosecha brasileña.

El déficit de humedad en Argentina impactará en forma importante a la producción de maíz. El viernes pasado la BCBA informó el progreso de la siembra de maíz argentino sobre el 69,9% de los 7,3 millones de hectáreas, atrasado frente al 77,3% de igual momento de 2021 y al 84,5% promedio de las cinco campañas precedentes. La BCBA disminuyó del 15 al 13% la proporción de maíz en estado excelente/bueno, frente al 41% del año 2022.

Por otra parte la Asociación Nacional de Exportadores, (Anec) informó que las exportaciones brasileñas de maíz alcanzaron un récord de 43,53 millones de toneladas el año pasado, duplicando los 20,61 millones enviados en 2021. El mayor volumen se debió al incremento producido en la segunda cosecha del 2021/22, luego de que la sequía y las heladas afectaran los cultivos de la temporada anterior. Además, la demanda exterior de cereales de Brasil se vio incrementada por la reducción de las exportaciones de Ucrania producto del estallido de la guerra y por la apertura del mercado chino a los productos brasileños.