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A fines de enero (28 al 31 de enero) se registró una tormenta de lluvia y granizos de gran intensidad en las principales regiones productoras de fruta fresca del país. A pesar de afectar una gran extensión del territorio nacional (desde la quinta a la novena región), la intensidad de las precipitaciones varió por zonas del país, así como su impacto en las frutas de exportación.

Entre las especies más afectadas se encuentran la uva de mesa, principalmente entre las regiones de Valparaíso y O´Higgins. Los daños se reportan mayormente en variedades tempranas que se encontraban en cosecha, sin embargo, en la fruta tardía (Crimson, Red Globe y Variedades nuevas tardías) el daño sería menor, viéndose afectado una porción de la zona centro sur principalmente (Regiones Metropolitana y O´Higgins). Con lo anterior, las proyecciones para Chile son menores que en 2019/20, marcando una cuarta temporada consecutiva con volúmenes a la baja.

Los carozos (nectarines, duraznos y ciruelas) están comenzando su temporada, observándose distinto grado de avance y de daño según especie, variedad y localidad. Sin embargo, en términos generales, el daño se observa principalmente en las variedades tempranas que se encuentran en cosecha, presentando daños por partidura y hongos principalmente.

En el caso de los arándanos el efecto de las lluvias sería menor. Al momento del evento, la temporada presentaba un avance del 88% y las regiones más afectadas (Maule a la Araucanía Norte) ya habían alcanzado los volúmenes proyectados para la temporada, por tanto, no se prevé un impacto en los volúmenes estimados para esta campaña 2020/21, manteniéndose en las 111.500 toneladas de exportación. No obstante, se prevén ajustes principalmente en los envíos de la semana 05, como efecto de la limpieza de los huertos mayormente en variedades Rabbiteye, que sufrieron el mayor impacto por las lluvias y en menor medida Legacy y Brigitta, entre otras. Luego los volúmenes retomarían el ritmo normal de exportación, aunque decreciente, propio del término de temporada.

Así, en pleno periodo de la fruta de verano, las lluvias inusuales de enero tendrán un impacto negativo en los volúmenes de exportación, afectando más a algunas especies que a otras. No obstante, se espera que desde la arista de los mercados se logre compensar el efecto de menores volúmenes, con precios más atractivos. Esta respuesta no sería inmediata, pues esta semana de limpieza de huertos se reflejaría en los arribos de fines de febrero o principios de marzo, dependiendo del destino.

Equipo editorial Copeval-iQonsulting