Comienza oficialmente la nueva temporada de exportaciones de fruta
El 1 de septiembre comienza oficialmente una nueva temporada de exportaciones de frutas de Chile con las exportaciones de fruta de primavera partiendo con arándanos, mientras terminan las últimas exportaciones de cítricos y otras frutas cosechadas el pasado otoño. Los grandes desafíos de esta nueva temporada serán la escasez de mano de obra y la sequía.
Oficialmente la nueva temporada se inicia el 1 de septiembre; las frutas tienen su propio ritmo y cada año vemos un adelanto en el inicio de exportaciones de arándanos, la primera en partir. Esta temporada 2021-2022 se inició la semana 27, la primera de julio con 1 tonelada, hasta la semana pasada (última de agosto) iban 20 toneladas exportadas. El adelanto en la producción de arándanos se debe a nuevas variedades más tempranas, pero principalmente a la tecnología de producción en túneles que permiten programar otros tiempos de cosecha y de paso mejorar rendimientos y calidad de la fruta. Sin duda, aspectos del control de producción que serán más comunes en el futuro de los frutales.
La temporada ya se siente, el cambio de temperatura, el viento de septiembre y los almendros florecidos, ayudan en la preparación mental para dejar atrás las dificultades de la temporada pasada y concentrarnos en la nueva. Ya veíamos el mes pasado la escasez de mano de obra, sin embargo no es el único factor que va a condicionar el desarrollo de la fruta, también el agua, o mejor dicho la baja disponibilidad de agua que actualmente enfrenta toda la zona productora de Chile.
En efecto, la DGA ha calificado el evento como “Extraordinaria Sequía” por el alto riesgo de impacto irreversible que tiene. En los últimos días de agosto, el gobierno ha entregado el “Plan contra la sequía”, ya son 5 regiones que se encuentran en emergencia agrícola; Coquimbo, Valparaíso, Metropolitana, O’Higgins’ Maule y Los Lagos. Actualmente, la zona centro norte y centro sur del país se encuentra con déficits de precipitaciones de entre un 60% y un 80% comparado con el promedio histórico (ver infografía tomada del Boletín de Sequía DGA-agosto 2021); una acumulación de nieve que registra déficits superiores al 85%; con los principales embalses del país en solo un 34% de su capacidad, y con una proyección para el caudal de ríos cercana a los mínimos históricos.
El plan consiste en 4 líneas de acción: a) aumento de desalación de agua (importante para las regiones de Coquimbo y Valparaíso); b) tecnificación de riego para la producción de alimentos (en lo inmediato para productores es importante la prórroga de la ley de riego por 12 años para seguir invirtiendo en riego tecnificado); c) más inversión en agua potable rural y d) uso eficiente en ciudades. Este último punto es de vital importancia, porque las grandes ciudades no han experimentado la escasez que se vive a nivel rural y mientras no se vive el problema, no se toma conciencia de la necesidad de cuidar el recurso. Todos esperamos que los planes de sanción por uso irresponsable; el nuevo sistema de tarificación y otras medidas de conservación del agua con que se cuenta para las ciudades, sean efectivas en lograr un uso más eficiente y consciente de la relación agua y producción de alimentos.