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Febrero fue un mes de dulce y agraz. Agraz en cerezas y arándanos afectados por caída en sus principales mercados y dulce porque uva de mesa y fruta de carozo se están desarrollando con mercados atractivos entrando bien a marzo, el gran mes de exportación de estas frutas.

La temporada de cerezas está finalizando con un volumen levemente superior a la temporada anterior, se completarán embarques en torno a 356.500 toneladas, esto corresponde a 71,3 millones de cajas exportadas a todo el mundo. Un paso importante fue la disminución a 88% de participación de China, a diferencia de la temporada anterior que fue 92%. En esta diferencia está el esfuerzo por avanzar en otros mercados sin presionarlos a niveles insostenibles de precios. En gran medida ello se logró en EEUU, Corea y Europa, que recibieron mayores volúmenes y solo en Europa se afectaron levemente los precios a niveles menores a la temporada anterior. Todos sabemos que no es posible cambiar en forma abrupta los volúmenes enviados a China de un año para otro, este es un trabajo permanente que debe continuar, especialmente después de la tercera temporada consecutiva en que los precios del final en China no repuntaron (ver gráfico sección de mercados) y que obliga a replantearse el negocio de la cereza tardía en el gigante asiático.

Los arándanos por su parte, han sido la especie más afectada por los problemas de logística. Su vida útil no tolera tiempos de cosecha a venta de más de 30 días (en el mejor de los casos), y ese tiempo se sobrepasó en la mayoría de los casos. Solo hay que pensar en que el tiempo de transito mínimo a EEUU esta temporada era de 28 días, a esto hay que agregar el tiempo desde cosecha a embarque, la fumigación en destino y todas las actividades de desaduanaje y traslados en EEUU que también estaban más lentas. Todo atentó contra la calidad de las arándanos y están culminando un temporada en que los precios distan mucho de aquellos que obtiene la fruta de cosechas más cercanas al mercado como la mexicana e incluso la peruana. Por otra parte, Perú demostró esta temporada que puede transformarse en un proveedor de arándanos todo el año “year round” como acostumbran a decir los importadores, lo cual ejerce una atractivo extra para hacer negocios con sus exportadores y pone presión a Chile para redefinir el negocio. Será un año de análisis, sin duda, y si bien las variedades nuevas son una alternativa de cambio hacia un producto mas atractivo, no es lo único que está en juego y más que nunca la industria requiere enfrentarse a resolver desafíos con ideas nuevas como resolver tanto las mejoras en calidad en conjunto con la necesidad de bajar los tiempos de transito y establecer una operación ágil en los mercados. De lo contrario estamos perdidos como proveedores de arándanos al mundo, la competencia nos está sacando de esa posibilidad.

Finalmente, entre las especies importantes que está embarcando Chile en estos momentos, está la uva de mesa. Afortunadamente esta especie tiene mejor vida de post cosecha que los arándanos y la demanda ha estado ágil en los principales mercados mundiales. Después de la temporada pasada muy difícil por la fuerte lluvia de fines de enero que deterioró la condición sanitaria de la fruta. Esta temporada el producto es muy distinto y se aprecia una uva sana y atractiva con una gran participación de variedades nuevas. Hasta fines de febrero se habían exportado 172.439 toneladas (21 millones de cajas de 8,2K), un 8% menos que la temporada anterior sin embargo esto de debe al retraso de la zona norte que debería nivelarse durante el mes de marzo e incluso terminar con un 10% más de exportación.